A los efectos de poder acreditar que se ha cumplido con la normativa aplicable, así como las buenas prácticas es fundamental que el centro de buceo guarde copia de la documentación de cada inmersión como es, la declaración de salud y el registro de la inmersión firmada por el participante en la que declara la titulación de buceo que posee y que tiene un seguro de accidentes buceo.